Prisa rechaza las ofertas por Santillana: nadie quiere pagar lo que pide Cebrián
El consejo de administración del Grupo Prisa, propietario de El País y la Cadena Ser, ha rechazado las ofertas vinculantes que había recibido por Santillana, su división de educación. La empresa editora que preside Juan Luis Cebrían no ha hecho públicos los importes que han ofrecido los potenciales compradores, pero ha indicado que la razón de desestimar las ofertas ha sido el precio.
El problema de fondo es que el consejo de administración de Prisa piensa que Santillana tiene un valor superior al que considera el mercado. La tasación interna de Prisa cifran en 1.500 millones de euros el precio de su participación en la compañía. Fuentes de la empresa han avanzado a la agencia EFE que el grupo va a continuar con su «estrategia de reducción de deuda, disciplina financiera y reequilibrio de su balance».
De hecho, la gestión de Cebrián está en entredicho. Tal como avanzó OKDIARIO el presidente de la Fundación Telefónica, César Alierta, y el máximo responsable de Fundación La Caixa y ex presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, lideran al grupo de accionistas de Prisa que reclaman al presidente de la empresa editora que permita el nombramiento de un nuevo consejero delegado con funciones ejecutivas.
Alierta y Fainé ya han trasladado a Cebrián la necesidad de que ceda el timón ejecutivo ante la crisis que atraviesa Prisa, pero el actual presidente se niega en redondo.
Respecto a la operación de venta de Santillana, que es el principal activo que tiene el grupo, el objetivo era colocar el 100% del capital de la sociedad, en la que Prisa tiene una participación del 75%, ya que el otro accionista, el fondo Victoria Capital Partners, también quería desinvertir.
El pasado mes marzo el presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, señaló que el grupo no se planteaba abordar más desinversiones si culminaba la venta de Santillana e incluso se proponía aumentar su perímetro en el negocio de medios de comunicación cuando dejara la deuda en niveles «razonables».
Cebrián mostró su confianza en que, con la venta de Santillana y con «algunos esfuerzos coordinados» por parte de acreedores y accionistas se pudiera reducir la deuda de Prisa hasta niveles «relativamente bajos». La deuda bancaria del grupo Prisa se situó al cierre del pasado ejercicio en 1.486 millones de euros, un 10,5 % menos que un año antes.
En 2018 la empresa deberá hacer frente al vencimiento del segundo tramo de un préstamo sindicado que exigirá un desembolso de 956 millones. Prisa obtuvo un beneficio neto de 21,9 millones de euros en el primer trimestre del año, un 69,3 % más que en el mismo periodo de 2016.
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